Ensayo

Presentación de un libro

Acabo de llegar de la presesentación del libro El poder de nuestra presencia del Centro Cultural Blanquerna de Madrid. Desde hace tiempo ya la sala de conferencias no se llena; sin embargo, en esta ocasión faltó poco. En realidad, fui porque lo presentaba F. Mayor Zaragoza, un hombre culto; no me defraudó, fue lo mejor. Me alegró que nos recordara la dicotomía conocimiento-libertad. Cómo la crisis la han generado la avaricia de unos, y la ignorancia de tantos. Que no debemos huir, sino plantar cara. Que el huir de nosotros nos conduce a dejar  de ser personas. Que estamos «confinados» territorialmente y espiritualmente.

Nuestro logtipo es «saber que se sabe», que ya es hora de levantarnos, que la norma ha sido «que hemos puesto demasiados muertos en la historia». Tenemos que reivindicar lo humano, lo más grande que tenemos juntamente con la libertad. Evocar presencia del ser humano, «que se nos ha negado continuamenente». Hay que desarrollar un nuevo sistema de relaciones sociales, económicas, culturales en que la «capacidad de crear» sea nuestra bandera. Hemos estado demasiado tiempo timoratos, «sometidos, en silencio». Hay que ser protagonistas, «ponernos en presencia» para poder crear. Y eso sí: sin que haya distingos entre mujeres y hombres; que la mujer se sienta copartícipe en todo.

Terminó con esas palabras que tantas veces he repetido en la docencia, en la investigación, en esta página «web», como son conocimiento, solidaridad. El sigo XXI debe constituir un alborear que nos inunde con esa «presencia transformadora» en la que la generosidad cierre el triángulo para una nueva sociedad.

La autora del libro con su monotonía engolada, me pareció que desentonaba al lado del que fue  Ministro de Eucación. Sobraron esos 35 minutos desalentadores, pusilánimes, de una monotonía exasperante.

Novela, Uncategorized

La joven de Bujará

Hay momentos en los que no sé por qué elijo esta lectura o la otra, o por qué cae un libro entre nuestras manos sin más. Es el caso de la novela Idris, la joven de Bujará de Herminia Mas. La edición es la cuarta, de 2011.

Los que me vayan leyendo se habrán percatado de que estamos hechos de sentimientos, y aquellas personas que les falte es que la naturaleza no ha sido justa. ¿Qué motivo me ha llevado a leerlo? No sabría, pero ya la dedicatoria me llamó la atención y me llenó de alegría: «Para aquél / a quien me une / un hilo de seda». Si es así, enhorabuena. Todo un alarde de sentimientos, de entrega. ¿Pero, en qué sitio nos aposentamos cuando los pensamientos vuelan como las mariposas, y, sobre todo, cuando se cruza entre nosotros una mirada, unos ojos penetrantes, como caídos del cielo? ¿Qué hacer cuando el destino te marca?

Sigue leyendo «La joven de Bujará»

Teatro

Un Premio Nobel sobre las tablas

¡Qué alegría me llevé, anoche, al ver el teatro abarrotado de público, al que acudí con alumnos/as de la Universidad Rey Juan Carlos, en esa práctica viviente que realizo desde que comencé la docencia! La inteligencia también se desarrolla fuera de la universidad. No soy de los profesores que se sientan y dictan. Entiendo la docencia de otra forma.

La obra que fuimos a ver De ratones y hombres de John Steinbeck entusiasmó. El autor es más conocido por The grapes of wrath .El título de la obra representada está extraído de un verso de Robert Burns: «Uno más eres de los desdichados / que ven todos sus planes anulados:/de ratones y hombres quedan truncados / los proyectos mejores».

De ratones y hombres se publicó, primero, como novela, pero ante el éxito, el autor la adaptó al teatro. Una idea que sobrevoló por mi pensamiento fue la dignidad humana, ¡me hizo recordar tanto a R. Lulio!, tan hecha añicos tantas veces. En este sentido mantengo, todavía, que hemos avanzado poco. Casi siempre en la dicotomía bien/mal, triunfa este. ¿Es un sino existencial? ¡Sabemos tan poco!

El poeta nombrado lo dejó nítido: «Es el presente tu único enemigo: /pero ¡ay! , ¡yo miro hacia atrás y veo, amigo, / un sombrío camino! / Y, si miro adelante a oscuras sigo, / porque miedo me da cuanto adivino».

Ojalá nos decantemos por la alegría, incluso en tiempo de tribulación, que no predominen los versos del poeta, pero sí que nos sirvan para no caer en la pesadumbre e intentemos saborear el presente, y el futuro sea un faro luminoso. Hay que ser soñadores, utópicos, heterodoxos, ¿es que se puede ser de otra manera en un mundo donde el conocimiento y la justicia se avasallan?

Literatura

El Romanticismo literario español del siglo XIX

Como consecuencia del desarrollo de las ciencias y la tecnología que habían comenzado en el siglo de las luces, las ciudades se convierten en lugares industriales que atraen a la población del campo; la burguesía y el proletariado tendrán mucho que ver con los movimientos literarios en el siglo XIX. En un principio surge el Romanticismo que defiende los sentimientos, evoca mundos fantásticos para evadirse de la realidad; luego vendrán el realismo y  el naturalismo que intentarán dar testimonio de la realidad pujante sin idealizarla.

En cuanto al origen del término hay que nombrar  Alemania como foco irradiador  a través de un grupo de literatos llamado Sturm und Drang (tempestad e impulso) que después se difundirá por España, Inglaterra y Francia. El movimiento abandera la libertad, el idealismo, imaginación, subjetivismo, irracionalismo, exotismo, nacionalismo y el rechazo de la realidad.

Sigue leyendo «El Romanticismo literario español del siglo XIX»

Literatura, Uncategorized

Canto a Carlos Fuentes

No podía faltar en esta página-blog un homenaje a Carlos Fuentes por la fuerza con que  enhebra sus palabras y su magisterio en el arte de narrar. Su belleza es tal que la escritura se convierte en placer para el que lee. Su elegancia estilística nos subyuga. Ya se nos anuncia lo último que nos dejó: Federico en su balcónÉl me miró desde su balcón. Medio metro entre el suyo y el mío». Del extracto de El País, pág. 44).

Como canto al novelista he releído Geografía de la novela, que leí por vez primera en el año 1993, nada más publicarse. Recuerdo que me sentí pletórico, dichoso, al terminar el ensayo; por eso, ahora, en su muerte como homenaje, he vuelto a saborear no solo los pensamientos sino también cómo los traza, cómo los hilvana, cómo los engarza, y cómo, en fin, eligió las mejores espigas en lo narrativo para purificarnos.

El libro, a que hago referencia, es un compendio de conferencias, prólogos, artículos. Empieza reflexionando «¿Ha muerto la novela?» y termina diseñando el mapa de su geografía. En medio, estudios de grandes voces narrativas: Borges, Roa Bastos, Aguilar Camín, Juan Goytisolo, Kundera, Ítalo Calvino, Gyögy Konrad, Julián Barnes, A. Lundkvist, Salman Rushdie.

Su entusiamo por la literatura nos encendió; quedamos ebrios al observar cómo trazaba el problema existencial, en cómo nos hizo ver que la literatura nos tiene que servir para ir en contra de toda oligarquía económica, para defendernos de los atropellos que día a día nos machacan. El tiempo no puede devorarnos, somos nosotros los que debemos permanecer en pie ante todo lo que nos anonade, nos humille. Creo que él sufrió por las desigualdades de la sociedad, y siempre que pudo exigió justicia y mientras no llega esta solidaridad. Su escritura fue un regalo; extendémosla, es el mejor homenaje que podemos hacer; su obra perdurará.