Poesía

El arranque de la modernidad poética

El llamado posromanticismo supuso una reacción; un cambio radical en los planteamientos estéticos; los poetas se rebelan contra las costumbres-el dinero, la fama, los negocios, la previsión, la existencia, en fin, lo convencional-y lanzan otro mundo donde quepan las drogas, el desarraigo, la aventura, la vida más heterogénea. La bohemia les conducen a lo antiburgués y tienen como aserto la rebeldía y la libertad. La dualidad malditismo-Rimbaud, Verlaine- y el dandismo-una forma de ser superior, de desprecio a los otros-Ó. Wilde, Baudelaire-se hacen notar. El arte por el arte; y en este caso como el fin último de belleza es una constante.El arranque de la modernidad poética.

Personales

Al M. Maratón de Sevilla

Día 26 de mayo. Desde la ventana del vagón observo cómo los rayos mañaneros del sol penetran en la acristalada estación de Atocha, a la espera de que el A.V.E. parta para Sevilla. El hojear de una señora de una revista con fuerza interrumpe el silencio que se respira, y cómo no , también, un cuarentón con gafas oscuras-«rayban»- de los años setenta que le  dan un aire de insastisfecho, no deja de hablar y  hablar con el móvil  en la oreja que encrespa con tanto monosílabo como deslizan sus labios; sin embargo, en frente del señor, el rótulo del compartimento nos advierte de que bajemos el volumen de los móviles y usemos las plataformas para hablar por teléfono. A mi mente llega la tan cacareada Educación para la ciudadanía. Su obligatoriedad es una necesidad, pero no solo en los institutos, sino también en los colegios y universidades. Partimos y ya se oye la voz monótona de la locutora que en esta ocasión parece que tiene una piedra en la boca por su tonillo de rastrojo. ¿Tan difílcil es encontrar una voz agradable, o es que todo vale? Sigue leyendo «Al M. Maratón de Sevilla»

Literatura y Medios de Comunicación

Azorín y la crónica parlamentaria

Azorín y la crónica parlamentaria.

Félix Rebollo Sánchez

Esta modalidad aparece con la primera Constitución en 1812 en Cádiz, en la Iglesia de san Felipe Neri, en la que en una capilla lateral estaba reservada para los tipógrafos y periodistas. Benito Pérez Galdós nos recrea este episodio,  en procesión, desde la Isla de León (San Fernando), acompañan a los diputados desde la iglesia mayor hasta el teatro  que había sido habilitado para celebrar las sesiones de las Cortes:

 El sencillo desfile de un centenar de hombres vestidos de negro, jóvenes unos, otros viejos, algunos sacerdotes, seglares los más (…). El pueblo venía acompañando a los diputados, con gritos de ´Viva la Nación´. ´A las Cortes´. ´A las Cortes´ (…). Y un coro que se había colocado en cierto entarimado detrás de una esquina entonó el himno, muy laudable sin duda, pero muy lo como poesía y música, que decía: del tiempo borrascoso que España está sufriendo va el horizonte viendo alguna claridad. La aurora son Las Cortes que son sabios vocales remediarán los males dándanos libertad. Sigue leyendo «Azorín y la crónica parlamentaria»