Novela

Nueva lectura de la novela Mañana en la batalla piensa en mí de Javier Marías

Vuelvo a la prosa viviente de Javier Marías después de haber quedado entumecido con la de Los enamoramientos de la que di ya cuenta en esta página»web», y eso que todavía me queda el rescoldo de su pimera edición allá en abril de 1994. Con esta nueva almena lectora me sumerjo en sus 367 páginas, en las que el encantamiento con esa infidelidad no consumada atrapa a los lectores.

Es el Marías inicial que ya tiene sus lectores pero que como percibí en la primera lectura de esta novela abusa del paréntesis, aspecto este que desdice de los grandes estilistas o, al menos, así lo entreveo. Cuando se recurre al paréntesis con tanta frecuencia es porque el cómo no lo tiene muy claro o simplemente piensa que los lectores no seremos capaces de entender lo que dice en todo su largor.

Hay un hecho que, a veces, olvidan los escritores y es lo que se llama la estética de la recepción en la que el lector es un nuevo creador cuando lee. Con esto no quiero menguar o poner en duda el estado de conciencia permanente del novelista a la hora de la creación, sino recordar que el lector también es creador. Por mucho que insistamos los docentes en este punto a los/as alumnos les cuesta emprender el vuelo. Evidentemente, si queremos que la obra nos sirva para nuestra formación no solo como entretenimiento, aspecto este muy lejos de lo que debe ser la literatura.

Nos hallamos ante la otra personalidad, ante el otro pensamiento que a veces nos corroe y no sabemos llevarlo a cabo y se queda en la mente cuando no sabemos o no podemos desarrollarlo; es el actuar sin conocimietno, tal vez el ocultamiento porque daña al otro/a. Es el no que se precipita ante la querencia que aflora en un momento y nos cuesta aceptarlo; es el querer que el otro/a nos quiera y no hay respuesta o se difumina por interés acaso, pero que finalmente no queremos aceptar que el engaño es una  condición de algunos seres humanos y el resto tenemos que convivir con él aún a nuestro pesar.

Personales

Vuelvo a Göteborg, ahora como un novicio atleta

A continuación detallo parte del mensaje que acabo de recibir:

Welcome to Göteborg!

More than 64 000 runners are registered for the 35th edition of GöteborgsVarvet

Half Marathon. We wish you a very warm welcome to Göteborg and an enjoyable race!

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Entre otros detalles propios de la carrera me informan de que salgo en el cajón 19 (de 25) a las 15.19 del sábado día 17 de mayo.

El recuerdo de esta ciudad sueca siempre estará presente en mi mente por muchos motivos; en ella fui feliz; otra sociedad, otras gentes, pero que te atrapa por las formas en que entienden este camino existencial en el que estamos, y no podemos retroceder. Ahora, como algo más que entretenimiento, participo en una de las carreras más famosas del mundo y la más numerosa; este año 64.000 personas venidas de todas partes; para inscribirse se debe estar atento-ya se nos ha comunicado el del año 2015– porque a los pocos meses de la apertura aparece el ya típico «is closed» como a mí me ha ocurrido en dos ocasiones.  Lo he deseado fervientemente, y para este año será una de las alegrías más conmovedoras el haber vuelto para correr en otro tiempo impensable. Algo tendrá cuando va en aumento año tras año; ya anuncian el maratón de 2020 al cumplirse los 400 años de la fundación de la ciudad.

Göteborg
Göteborg
Novela

Ante una novela de Javier Marías

Aunque el autor deje entrever su poca admiración por Pérez Galdós-allá él-, sin embargo, hay galdosianos que sí leemos su prosa; vaya por delante que en casa lo primero que leemos los domingos del diario El País es su artículo-columna del suplemento.

He tardado tiempo en adminar su prosa, no sé los motivos, y seguro que no fue por Corazón tan blanco, obra que ha batido récords de lectura sobre todo en el extranjero. Caí rendido con Mañana en la batalla piensa en mí; pero, sobre todo con Tu rostro mañana. Ahora,  me enfrasco en su última novela Los enamoramientos-es un regalo que publicó en 2011. Ya el comienzo te impacta: «Desde el el primer día me saltó a la vista que eran matrimonio….» . Según he ido leyendo, páginas tras páginas, en el metro, en la calle, en casa, en la biblioteca, no he percibido el gran escritor de las dos nevelas citadas, eso sí te entretiene, pero esto en la novela no es todo.

Ya he mantenido, en varias ocasiones, que la dificultad en el amor estriba cuando solo uno/a lo está; y, sin embargo, no debería ser así, sino todo lo contrario; el estar contento, enamoradizo es una virtud que no todos los humanos poseen; y no se debe exigir que el otro/a esté en ese camino porque iría en contra de la libertad humana; pero, en todo debe predominar la generosidad, si no todo es baldío, falsía que conducirá a la ingratitud, a la crueldad. Lo que no entenderé es que conlleve violencia psíquica o física; me pregunto, entonces, ¿dónde el amor?  ¿No es grande sentirse amado por quien nada te va a pedir?

¿Se puede amar sin ser generoso/a aunque no esperes respuesta? Si recurres al regalo para conquistar a una persona, mal camino eliges; tal vez lo conseguirás, pero, ¿es sincero? Al final te sentirás inane y todo será fruto temporal.

Teatro

En fila 13, El amor de Eloy

Ayer me invitaron a la representación de El amor de Eloy. Fui con tiempo para pasarme por las exposiciones del Círculo de Bellas Artes «Woman» y «He, she, it». Si hay un adjetivo que las recoja es brillante ; la primera, la vanguardia feminista de los años setenta, y la otra, que me encantó más, «Dialogues between E. Weston and H. Callaham», two great masters of modern american photography. La relación entre visión y deseo; una exaltación de la belleza en la que quedas petrificado.

Ya en el teatro Bellas Artes estuve sentado en la fila 13, butaca 17; es decir, al fondo, que apenas me podía mover por la estrechez. Conocía el teatro por haber estado en varias ocasiones con grupos de alumnos. Con música agresiva, un acomodador se las veía para ir colocando a los que iban llegando con vestimenta primaveral y cara risueña.

Con el anuncio de que apagásemos los móviles, comenzó la representación. Me sorprendió, sin más. No porque los actores y la actriz lo hicieran mal; al revés, la interpretación rayaba la perfección; me refiero al lenguaje y la enjundia de lo que se puede denominar una comedia, y no sé si lo que antes se llamaba «revista» (esto no lo tengo muy claro, por lo que mis disculpas si no es así, pero es la palabra que me vino a la mente según se iba desarrollando). Por lo demás, te entretiene y pasas el rato, quizá es lo que se pretendía. No entro a comentar las reflexiones del autor.

Novela

La novela española/castellana desde los años setenta hasta la actualidad

Muchas son las novelas que se vienen publicando desde la década de los ochenta; sin embargo, todavía, no tenemos un referente nítido, un espejo en el que resalte una línea que marque lo que supuso en otros tiempos el género narrativo.

La novela española / castellana desde los años setenta hasta la actualidad