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Gracias a las personas que han entrado en la página

Como siempre, mi más sincera felicitación, en el día de los Reyes Magos, festividad de la cristiandad, a todos los/as que leyeron mi pagina. Son 59.212; gracias mil. Espero que este año 2015 acrecienten las visitas; eso será señal de que mis pensamientos ha contribuido al conocimiento y  a ser felices. Venturoso 2015.

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Los números de 2014

Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2014 de este blog.

Aquí hay un extracto:

La sala de conciertos de la Ópera de Sydney contiene 2.700 personas. Este blog ha sido visto cerca de 18.000 veces en 2014. Si fuera un concierto en el Sydney Opera House, se se necesitarían alrededor de 7 presentaciones con entradas agotadas para que todos lo vean.

Haz click para ver el reporte completo.

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Más de 50. 000 entradas

Acabo de entrar en mi página y leo que tengo más de 50.000 entradas; en concreto 50.025. Gracias mil a los que me siguen, a los que entran por vez primera y, cómo no, aquellos/as que realizan comentarios. Esta noche lo celebraré.

Proseguiré con ese espírtu didáctico que imprimí allá en diciembre de 2010 cuando recibió «El Premio Nobel» (por favor acento tónico en la «e») Mario Vargas LLosa; qué ejemplo nos dio el Secretario de la Academia sueca cuando pronunció el apellido Nobel. El periodismo se empeña en ir contracorriente- y algunos docentes, también académicos-, y lo peor es que se creen divinos.

Como todavía estoy con el pensamiento en Göteborg, las gracias las escribiré en sueco: TAK. Hasta siempre.

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Tercer y último dia de selectividad en Madrid

Primero, gracias mil, a los lectores de mis apretadas líneas de estos tres días de selectividad en la que, año tras año, participo; me consta que el país que más me sigue después de España es Argentina; vaya un aplauso sincero por la constancia en responder, aclarar o ampliar al señor  Neyret-la red nos tiene que servir para el conocimiento-  que, tal vez, sea  residente en Argentina. Anoche me dio la noticia, en contestación a mi escrito, que R. Bradbury había muerto. Hoy, el diario El País (pág. 38) nos trae la noticia.

Si hay una palabra que recoja el ambiente de este día es alegría. Hasta percibo que la vestimenta destila otra actitud, otra forma; no son ajenos, tampoco, los correctores-vocales, todos nos hemos puesto más guapos, valga la expresión. Es el final, es la fiesta del deber cumplido; es la puerta que se les abre a la ciencia, al pensamineto, al ser. Como ya adelanté en el «twitter», la víspera de las pruebas, enhorabuena, de nuevo.

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Canto a la carrera popular Behobia-Donosti

Cumplí mi ilusión: participar en la carrera internacional de Behobia-Donosti. Más de 24.000 personas nos iniciamos en Hendaya-Behobia, con un sol de justicia-más de 22 grados- para una carrera en la que las rampas  son pronunciadas.

Imagen personal durante la carrera
47 Behobia-San Sebastian 13.11.2011

La alegría se convirtió pronto en agradecimiento a las miles de personas que nos esperaban en las calles, en las cunetas de las carreteras. Pero, especialmente, me cumple hacer constar mis «gracias mil» a las personas que me gritaron con la expresión «ánimo Félix», sobre todo en esas cuestas duras de Lezo. Va a ser difícil olvidar Lezo. Pero, estas gracias se deben extender más si cabe a las que esperaban en el alfoz de Donosti, sobre todo en el kilómetro que va del 16 al 17, cuesta durísima donde las haya. El recuerdo también será constante de una mujer, con ojos penetrantes, primaverales, que en esta rampa  prorrumpió con el «ánimo Félix«. Fue la única vez, que miré para atrás para quedarme con su rostro. Era una forma de corresponder a la dicha que entró en mí.

Gracias, también, al «speaker-animador en el final«, que ya en la recta de «la Concha», cuando faltaban unos 500 metros, voceó la ya clásica expresión «ánimo Félix» que retumbó en toda la planicie abarrotada de gente; aunque solo hubiera sido por esa mujer y el ánimo que recibí en la famosa «Concha» merece la pena volver.

De todas formas existen otras modalidades que te enganchan; desde luego la carrera es única; lector/a que me lees, inténtalo, participa y llevarás encima para siempre ese baño de multitud y música con que son acogidos los que participan.

Y, cómo no, otro canto a la parte vieja de la ciudad con sus únicos pinchos, el ir y venir de una juventud entregada-era la que más sobresalía-, pero también estábamos allí los que hemos cumplido años; después de tantos adioses,  todavía la primavera nos sonríe, y aún el invierno no llevamos a cuestas.