Personales

Selectividad en la Universidad Complutense, 2015

El aire purificador de la mañana, en el primer día de selectividad, me acompaña en esta primavera madritense en la que, como casi siempre, año tras año, riadas de jóvenes van apartándose a las distintas Facultades para dar cuenta de su sapiencia en el último curso escolar. Otro año más sin que hayamos todavía dado rienda suelta a los que tienen verdadera vocación por el estudio. Dudo-siempre presente- que en la elección no se equivoquen; la desbandada después de cursar primero es demasiada; todavía no sabemos las verdaderas causas.

Tres días de martirio para después congraciarse o entristecerse. En realidad, no tendría que suspender nadie ya que estas mismas materias fueron aprobadas, y, sin embargo  habrá, más o menos un 15 % de suspensos según las estadísticas. En algo, por tanto, se falla. Admito la excelencia de unos o simplemente el aprobado en estos exámenes, pero es difícil entender el suspenso en estas pruebas, ya que un mes antes las aprobaron. Aquí no cabe la suerte, es el conocimiento.

En una mañana con olor a lluvia, acabo de entregar los 159 ejercicios que me dieron para que los corrigiese. Mis felicitaciones por el buen hacer, no solo por el contenido sino también por la escritura. Las calificciones oscilan entre el 4.75 y el 10. Solo un suspenso y un único 10, este rayando la perfección; me impresionó la contestación a la pregunta «La poesía de 1939 hasta la segunda mitad del sigloXX». Seguro que es un buen lector de poesía.