Hay momentos en los que no sé por qué elijo esta lectura o la otra, o por qué cae un libro entre nuestras manos sin más. Es el caso de la novela Idris, la joven de Bujará de Herminia Mas. La edición es la cuarta, de 2011.
Los que me vayan leyendo se habrán percatado de que estamos hechos de sentimientos, y aquellas personas que les falte es que la naturaleza no ha sido justa. ¿Qué motivo me ha llevado a leerlo? No sabría, pero ya la dedicatoria me llamó la atención y me llenó de alegría: «Para aquél / a quien me une / un hilo de seda». Si es así, enhorabuena. Todo un alarde de sentimientos, de entrega. ¿Pero, en qué sitio nos aposentamos cuando los pensamientos vuelan como las mariposas, y, sobre todo, cuando se cruza entre nosotros una mirada, unos ojos penetrantes, como caídos del cielo? ¿Qué hacer cuando el destino te marca?
Los relatos o la historia novelesca me hizo recordar, en algunos momentos, La mil y una noches. Se cuenta de tal forma que te apresiona lo que acahece, sobre todo cuando el amor se une a la libertad; ambos se alimentan y nos conducen incluso más allá de la muerte; el recuerdo del afamado soneto se hace presencia.
La expresión «No puedo dejar de pensar en ti», constituye la cima emocialnal del libro; nos inunda de ser. Es el sentimeinto hecho amor, la fusión entre dos seres. La respuesta no puede ser más nítida: «Yo tampoco puedo dejar de pensar en ti, Farkhat». Los ojos del joven llegaron a lo más profundo del alma de Idriss; no pudo olvidarlos, aun sabiendo que sus costumbres la llevarían a que fuera arrojada desde un minarete.
Detrás de esta historia subyace la cultura de las ciudades de la ruta de la seda, pero con un común denominador, que nadie es más que nadie, que la igualdad entre hombres y mujeres es inherente al hecho de ser personas. Tal vez lo que se narra sea una leyenda, pero lo primordial es que es didáctica, que amor y libertad están en el mismo campo semántico.
Los azares nos van trenzando
las circunstancias se adhieren a la piel
como las horas.
El universo ordena y (te) reordena,
decide el cuándo y el cómo.
Nosotros buscamos los porqués.
Muy bien, Irma. En el periódico The last story (digital) me han publicado una poesía con el título»Singing on the lecturn»; está, hoy al menos, en la portada. Creo que se puede definir como humanista.