Perdí aquel instante,
pero en mi memoria permanece,
me persigue,
me inunda,
me conmueve,
me interioriza;
la esperanza es dicha,
mientras tanto la elevo a categoría artística;
es lo que han hecho los poetas con los sueños,
con las realidades que se escabullan,
que se esconden, que no afloran.
Lo primordial es el contento con que uno lo siente
ante el recuerdo.
Tu nombre es repetitivo,
casi se desdibuja;
no es poético,
no ha sido elevado al carro de los triunfos.
Eso poco importa;
la nombradía es pasajera, superficial,
queda lo existencial.
¡Me gusta!
Yo últimamente estoy escribiendo muchos poemas, uno por día. Tal vez alguno merezca la pena, tal vez no, pero es algo que me gusta hacer, así que no importa…
¡Adelante! La poesía te purifica