Solo una sonrisa mañanera
cuando la luz no termina nunca,
llegabas, henchida de juventud,
de plenitud, cada miércoles.
Hoy, no.
¡Qué miras!, me decías.
¿Recuerdas? Tus ojos se
clavaban; tu mirada penetrante
lo inundaba; buscaba la palabra
verdadera, el aroma de la lucidez.
Tú que fuiste luz, cirio
esplendente; vuelves la espalda,
y te vas, también, ¿hacia la luz?
Me dio miedo,
miedo a perderlo todo,
a no extasiarme con tu sonrisa,
qué importa tu figura,
cuando respiras anhelo, alegría, primavera.
No digas adiós
it´s better so long, so long
like the holy tree