Desde muchos kilómetros
nuestras felicitaciones
para esas 98 primaveras.
Tú que nos acariciaste
y miraste con esperanza
a nuestros ojos,
te devolvemos nuestras
miradas llenas
de gratitud, de generosidad.
A ti que cincelaste con
tu forma de ser
nuestro camino, henchido
de verdad, solidaridad,
de libertad.
Solo recordamos luz
en nuestra educación,
que hemos derramado,
también, a los nuestros.
Tu nombre, Antonia,
esmaltado en nuestras
mentes.
¡Que bonito! Creo que todos conocemos a alguein que herede el nombre de Padua pero no tantos son los afortunados que pueden celebrar 98 primaveras. Me gusta mucho como lo escribe, es bonito, con sentimiento y el respeto que se merecen este tipo de personas.
(((maca)))