Desde muchos kilómetros
nuestras felicitaciones
para esas 98 primaveras.
Tú que nos acariciaste
y miraste con esperanza
a nuestros ojos,
te devolvemos nuestras
miradas llenas
de gratitud, de generosidad.
A ti que cincelaste con
tu forma de ser
nuestro camino, henchido
de verdad, solidaridad,
de libertad.
Solo recordamos luz
en nuestra educación,
que hemos derramado,
también, a los nuestros.
Tu nombre, Antonia,
esmaltado en nuestras
mentes.