Personales

Con destino a Göteborg

Son las 12.44. Estamos para partir en un ambiente alegre por la algarabía de jóvenes futbolistas del Atlético de Madrid que van a participar en un torneo a Bruselas. Sonrientes, contentos, les deseo lo mejor. Ya en el aeropuerto estaban convencidos de que ganarán los mayores la liga y la «Champions» de Europa. Les dije que esta, seguro; en cuanto a la liga tenía mis dudas; era más difícil; soy del Barca; pero, mis felicitaciones por adelantado si se cumplen lo que deseaban. Sonrieron. ¡Qué bien, respetuosos, educados!

Comienza el vuelo; la subida es lo que más me preocupa, y más si se hace a trompicones, como es el caso; no fue la mejor, pero tampoco la sentí en demasía. Volamos en «Brussels Airlines».

Después de un silencio, de nuevo, cual gorriones, la muchahada del atlético, hablan, hablan y hablan; piden chicles a los entrenadores, hojean revistas, etc. Ya comienzan las azafatas a ir de aquí para allá, preparando  el refrigerio (en el billete se nos informa de «No free meal and drink»).

Me enfrasco en la lectura, que para esta ocasión he traído: La abadía de Tintern de William Wordsworth, edición primera-bilingüe, febrero, 2012, de la editorial Lumen. Bien sabemos que junto a Coleridge ideó una poesía que todavía pervive y es la base de poetas actuales.

Se nos anuncia de que vamos descendiendo; no me gustó, parecía que dábamos tumbos tras tumbos, que de vez en cuando, hacían exclamar a los jóvones atléticos. No recuerdo otra peor.

A la hora prevista, salimos de Bruselas a GÖTEBORG. Mi más sincera felicitación al piloto, tanto la subida como la bajada rayó la perfección; solo recuerdo otra igual y fue en Iberia tanto la ida como el regreso en el verano de 2004 a Palma de Mallorca. En este segundo vuelo terminé de leer El País, sobre todo las páginas culturales.

GÖTEBORG nos recibió con una tarde espléndida, veraniega. ¡Qué alegría sentí al pisar, otra vez, esta ciudad hecha de trozos de cielo! Son las 10.22 minutos. From GÖTEBORG.

Personales

Vuelo a Göteborg

Velando armas para la carrera del sábado. Mañana parto de Madrid a Bruselas primero, y después a Göteborg, al no disponer de vuelo directo. Si no hay retraso, el vuelo está previsto para las 12.30 horas. Espero estar ya en el hotel sobre las 19 horas; a la llegada, sentiré una enorme alegría de tantos recuerdos como albergo en mi mente; dije que volvería, aunque nunca pensé que fuera para participar en una carrera en la que se han inscrito 64.000. Comienza a las 13 horas, aunque mi inicio es a las 15.19 minutos en el cajón 19 de 25.

Por otra parte, se anuncia calor; espero que no impida el que todos/as lleguemos y no se retire nadie, harto difícil, porque lo más probable es que, según estadísticas, no lleguen a la meta, por una causa u otra más de 5.000 personas. Con una voluntad férrea quiero conseguir la medalla; sería un logro que ansío y una alegría enorme; se la ofreceré a mi madre, tan lozana, depués de tantas primaveras.

Personales

La ciudad univeristaria inundada de atletas

En una mañana radiante nos dimos cita, un año más, unas 5.000 personas en uno de los sitios más emblemáticos de Madrid. Una carrera para todos en la que podías elegir 7 km., 14 km. o 21 km. Aunque comenzaba a las 9.30 horas, mucho antes la ciudad universitaria iba cogiendo color; son los minutos de entrenamientos en los que sobresalían carreras cortas y, sobre todo, estiramientos.

La palabra alegría se reflejaba en los rostros, sobre todo al final ya en el césped de la pista de atletismo de la universidad Complutense. ¡Cómo no voy a señalar a esos padres que daban el biberón a niños en sus carritos mientras las madres corrían o no estaban presentes! Me llenó de emoción que en uno de los carritos colgaba un cartel con letras grandes:  «¡custodia compartida!».  Hace tiempo también hacía yo esos menesteres, incluso desde el nacimiento; hoy, los dos mayores tomaron la salida de la carrera-se les puede ver en la foto de abajo-; la memoria como creativa e iluminadora por lo que va más allá de memoria almacenada.

Corriculari, 9 de marzo de 2014. Césped de la pista de atletismo de la U. Complutense
Corriculari, 9 de marzo de 2014. Césped de la pista de atletismo de la U. Complutense

Al terminar la carrera por la ciudad universitaria, 9 de marzo de 2014

Poesía

Homenaje a Juan Ramón Jiménez al cumplirse 100 años de la publicación de Platero y yo (la primera edición es de 1914 y consta de 64 capítulos, la definitiva es de 1917 de 138)

Ninguna duda para enarbolar a los dos poetas que constituyen los cimientos de la poesía española de la primera mitad del siglo XX: Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez (Premio Nobel-con acento tónico en la /é/, por favor). Este va más lejos en esa búsqueda de lo esencial, por su inquietud intelectual revestida de espiritualidad.  El icono juanramoniano es Platero y yo. Es el libro más conocido del poeta, el que te pide emoción ante lo que escribe,  el que se adentra en el alma del lector. Detrás está el ir muriendo, que es el gran tema del libro, de ahí ese tono elegíaco. La muerte lo apresa todo, precedida del tiempo como esa  sensación de acabamiento. La  alegría y la pena-escribió el poeta-son gemelas. Sigue leyendo «Homenaje a Juan Ramón Jiménez al cumplirse 100 años de la publicación de Platero y yo (la primera edición es de 1914 y consta de 64 capítulos, la definitiva es de 1917 de 138)»

Personales

Desde Donostia-San Sebastián. Mis impresiones de la carrera internacional «Behobia»

Después de una mañana ajetreada ante tantos atletas venidos de diversos confines, en el polideportivo de «Anoeta» para recoger el dorsal y el «chip» de la carrera, la parte vieja de la ciudad fue un hormigueo; un ir y venir de un bar y de un restaurante a otro, sin que la gran cantidad de gente encontrara acomodo. A partir de las 18.30, del día 10,  comenzó una ventisca en la que los paraguas apenas resistían. Frío, agua y viento se amasaban; el pensamiento para mañana por el qué sucederá fue constante. Se anuncia lluvia y viento del noroeste. Ojalá amaine y por la mañana podamos disfrutar de la carrera, convertida ya como la capital del atletismo popular. Mas de 25.500 personas no  podemos estar equivocadas. Sigue leyendo «Desde Donostia-San Sebastián. Mis impresiones de la carrera internacional «Behobia»»