El faro del mar me ha comunicado que la botella ha sido recogida. Por una parte, alegría, pero, por otra, reflexión e inquietud. Me hubiera gustado la tardanza de años; quizá me precipité y la lancé en plena luz; pero quién sabe, el mañana no está escrito, pero ya no puede ser igual por lo que habrá que proseguir ante una realidad que te atosiga, que te persigue, te persuade. El secreto se ha deshecho mucho antes de lo esperado.
Contento, también, de que está ahí, que no ha abandonado el lugar ni el recuerdo, que las cumbres se han revestido de belleza, de canto, de querencia viva. Es que si no soñamos, ¿qué nos queda? El verso de Yeats «Be still» / Be still, solo sirve para mantener las raíces, lo sagrado; pero, conviene, de vez en cuando que el árbol se agite, aunque permanezca el sustrato, sin él vana es la esperanza.
En Aymara y en Chino, la partícula que significa «pasado» se coloca al principio de la frase y la que significa «futuro», va al final. Siempre he pensado que es una manera muy bonita de entender el paso del tiempo. Tu entrada me ha hecho evocar un futuro que está ahí, acechando, que a la vez es cada segundo que pasa. Y al final, cuando llega el tiempo de analizar lo vivido, las vidas que tocó con la suya… los recuerdos son todo lo que quedará de ese inventario.
También me ha recordado al poema de T. S. Elliot…
«Le dije a mi alma, quédate
quieta espera sin expectativas,
pues tenerlas supondría esperar
erradamente; espera sin amor,
pues sería amor a cosa equivocada;
hay todavía fe, pero la fe
y el amor y la esperanza consisten
en esperar. Espera sin pensar,
pues no estás aún preparado
para el pensamiento: la oscuridad
será, así, la luz y la quietud la danza»
Me alegra que hayas citado a T.S. Eliot, aunque lo he leído, en realidad, lo que he escrito me revoloteaba hace tiempo, aunque quería sostenerlo con alguna idea nueva, y esta fue cuando al leer a Yeats me encantó el verso «Be still / Be stil. Es breve, pero sentí esa inspiración a principios de verano. Gracias por leerme.