Endymion, una lectura necesaria
Félix Rebollo Sánchez
Que J. Keats se edite en el siglo veintiuno es buena señal; lectores no le faltarán al poeta que podemos recordar en todo su largor en el epitafio de su tumba de Roma: » He lies one whose was write in water», y plasmó para la eternidad «Beauty is truth; truth, beauty. That is all». Ya en el primer verso del libro primero lo pone como luz: «A thing of beauty is a joy for ever»; y más adelante remacha; «yes, in spite of all,/ some shape of beauty moves away the pall / from our dark spirits». Las palabras de Arnold todavía tienen vigencia: «ningún otro poeta después de Shakespeare ha poseído la fascinadora capacidad expresiva de Keats».
Nos adentramos en la simbología del poema; sinceramente qué más da, aunque haya aspectos capitales, en las diversas opiniones, para ir más allá de la palabra; entre ellas destaca la tesis doctoral de don Esteban Pujals Geselí en la que insiste en la multiplicidad alégorica; hasta cierto punto es lo más certero en la literatura y más cuando hablamos del género poético. El hecho de que haya sido contemplado con la tríada cuento, romance o relato poco importa; lo primordial es su lectura y si nos sirve para el camino existencial que hemos emprendido.Cortázar se atrevió a definirlo como “libro suelto y despeinado, lleno de interpolaciones y saltos y grandes aletazos y zambullidas”. Es la plenitud y la luz.
rtzarEn los casi cuatromil versos repartidos en cuatro momentos se nos narra la vida de Endimión y sus amores, basados en la mitología aunque con añadidos del poeta.
Keats, J., Endimión. Madrid, Cátedra, 2017