Ya es una constante en mi docencia la lectura como una necesidad para relacionarnos, para ser nosotros, para el conocimiento, para buscar lo desconocido; para acercarnos a la realidad de los que nos precedieron; de otra forma, la literatura no cabe, no tendría sentido; de ahí que los debates sean una constante en la clase. Es decir, la literatura como vida. Jane Eyre a debate