Mas allá de la esencialidad de la poesía de Izara Batres, hallamos un «no sé qué» lleno de luz que impregna el territorio que ha elegido, pero siempre como una voz en la que cobra todo su vigor el hecho existencial. Un espacio, llamado poesía, en el que expresa lo que anida en sus pensamientos con lucidez que nos aplasta.

En este nuevo libro, más denso, ajustado al intelecto, se nos muestra con el viento de las palabras, como rompeolas, más pensativa, si cabe, como si la metáfora se deslizara íntimamente y la posesión, otra vez, se adueñara de su ser. Absorta en el devenir nos recuerda que «el fin no es más que una derrota del tiempo», pág.108; y, sin embargo, es el tiempo el que nos aprisiona, que es limitado, el que nos llama, el que nos va cercenando la fuerza mental, lo fisiológico, el instinto de perpetuación, el que nos derrite, el que nos deja inquietos/as, nos advierte.
El libro se puede leer de un tirón porque su poesía nace del corazón, de la generosidad, de la verdad que alberga en su ser. Es su latido que le atrapa, le persigue y necesita ventearlo. Así, en este caso, ha recurrido a cuatro secciones. La primera, la más extensa, consta de veintiséis poemas con el título «Fragmentación. El fin de los tiempos»; se sumerge, paso a paso, en el silencio cuando el ser humano observa una realidad que no se atiene al humanismo. Sí es el fin; todo se ha acabado: ahora solo cabe preguntar con el silencio, sabiendo que no puede haber respuesta ante «el odioso espectáculo de este abril del dolor»; todo está derruido, quedan «las lápidas que devoran la hierba». Tal vez un torbellino nos devuelva, aunque sea huracanado, a otra existencia y arranque el espíritu de la «muerte florida» en la que estábamos. ¿De qué forma, entonces, podemos propalarlo? No podemos quedarnos pasivos ante el grito, ante la sinrazón; «en el silencio del silencio». El final del segundo poema es elocuente: «seremos poesía. / Renaceremos». Es la esperanza hecha carne viviente.
En estas edades rotas no podía faltar la relación entre el «tú y el yo» en el poema «Desde aquí» como necesidad, con tanto tiempo transcurrido entre el Carnaval hasta el final del otoño en el poema. A la espera para celebrar la vida, el encuentro, el susurro -completamente tú- que ya leímos en Avenidas del tiempo con la destellante expresión «fabrícame con tus ojos la existencia». Incluso en la segunda sección en «Desmesura» exige la profundidad con la expresión «Ámame salvaje», «desde el agua desbocada y el fuego», «quiéreme descomunal»; pero, eso sí, sin perder un ápice de su libertad.
En el cuarto poema «Viaje» de esta primera sección se entrega a la ensoñación. al invento de ese viaje que le rodea con el recuerdo de un tiempo en que «mi amor y tu amor era el mismo hilo del tiempo», aun percibiendo que ya no; hasta las fotos aparecen «ennegrecidas»; la desnudez total aunque quiera volver mentalmente a lo que fue. Los dos últimos poemas de esta sección -«Entrevisión y Oh, make me a mask»- son como el arrullo que se cierne entre el dolor de ser y la exigente petición de no ser, o, al menos, que «una máscara» sirva de protector ante tanta ingratitud y dolor «en la otra orilla del tiempo», ya trascendido, que, de nuevo en el poema «París, sus nostalgias» se nos recordará «La entrevisión, dulcemente amarga, / en su fugacidad inexorable».
La segunda sección «Incendio» (La Búsqueda», Catábasis, Revelación), Se inicia con el poema «Alarido», «que invade la muerte desde la vida». Es el continuo no saber de la existencia sin una preparación que nos aclare los porqués que nos abaten. Ni siquiera «un sol de lluvia ni la noche esmeralda» nos pueden ayudar ante el alarido que nos oprime. El sentido de la palabra desvanece. No quiere más «vórtice» que la creación límpida, sin cortapisas. En «Desmesura» es la querencia suma en la que ni por asombro aparezcan sombras, ni cirios que se apagan, y menos el dicho «quiéreme, aunque sea mentira»: solo cabe fulgor, fuego eternal. Ante «un laberinto» en el que no se sabe salir y el incendio aprieta, hay que apremiar para ver una salida, para, al fin, conseguir «la puerta». El último poema «La caricia del sentido», de nuevo, el incendio existencial que ahoga aunque aparezca como «espejismo» repentino «y cruel». Al intento de atraparlo se esfuma «como el lujo evanescente del perfil más exacto del placer» y no comprendes, no sabes qué camino elegir.
La tercena sección, «Transfiguración. Viaje al químico» consta de tres apartados (Viaje al químico, Anábasis, Pasaje). Comienza con un poema armonioso en el que evoca otra mirada, otra creatividad en la que la muerte no sea, representada en «El buque» que trae savia nueva, niños por encima del misterio y lejos de la temeridad que no conocen esa oscuridad y no morirán porque es otro espacio sin amargura y llanto; ya no cumplirán años, inmersos en una época luminosa, en un espacio paradisíaco.
La cuarta sección, «La Puerta» como finitud con cinco poemas. La laguna Estigia tantas veces evocada en la poesía, también aquí reverdece como final sagrado, después haber pasado aquellas aguas negras, neblinosas, cerradas en un estado de conciencia de no saber, como esclavos. Da igual que hayas ido ascendiendo o pasando en la barca de Caronte. Desde ese lugar, como «ladera atemporal», abandonamos el oprobio; somos, ahora, luciérnagas estáticas.
No podía faltar la entrega a Cronopia («Para llegar a Cronopia»), a su Cortázar-de hecho el título lo recoge de un relato-; es el poema sin rimas, sin márgenes en que apoyarse en esos atardeceres sanguíneos «desde el alba al anochecer», pág.112. Es el fin de la muerte, es el espanto que desaparece y arrastra «al fin del mundo fin». El hecho de que el título del libro nos lleve hasta Cortázar es como un homenaje, más que un recuerdo, para advertirnos de que está inmersa en el poderío de Cronopia. Evidentemente, el libro es mucho más, es el deseo de permanecer más allá de regiones ignotas, es una celebración.
———–
Batres, Izara, Fin del mundo del fin. Madrid, Valparaíso, 2022
Cantando sobre el atril by Félix Rebollo Sánchez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España License