Personales

Una sonrisa pasajera

Ya estás petrificada en el árbol,

sagrado, fértil, estrellado.

Donde vayas serás identidad,

hierros de esclava, sin agravios,

pensamiento prisionero,

aunque lo escribiste en  agua,

llevas la memoria de los pocos días,

andados. Las invenciones no caben

en lo acertado, y en el trato, menos

el engaño, pero el futuro no es nuestro.

Fue una sonrisa pasajera,

me hilvanó de tal manera

que quedé preso.

Creí en otro cielo,

no hubo respuesta.

-Te hablé.

-Que sí, sí.

Apretaste mis manos.

Te recordaré,

solo fue una sonrisa pasajera

y una desilusión.

Lo entiendo.

Agitada por el viento querrás romper

de un manotazo el pensamiento

silente, turbador.

Sé tú, nada más.

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