Personales

De vuelta

De vuelta de unos días placenteros en el Mediterránero en la histórica Peñíscola-vigía del mar- en donde murió a los 95 años el papa Luna, me enfrasco en relecturas de Don Quijote de la Mancha, Cumbres borrascosas y Of mice and  men de  J. Steinbeck. Esta última para ir recordando mi inglés adormecido o en palimpsesto

La novelista y poeta, Emily Brönte, bien lo saben los que me leen, siempre está presente, quizá más por su poesía que por la novela que tanta fama tiene. El recuerdo de la inmortal novela de Miguel de Cervantes ocupa un lugar privilegiado; es la vivencia suma, el cielo y la tierra , el cuerpo y el alma juntos; lo material y espiritual. De Steinbeck aunque me sumergí hace muchos años en su The grapes of the Wrath- su estandarte como escritor-, he elegido sin un motivo especial en esta ocasión la novela que también fue representada en Madrid, en la que fui testigo con un grupo de alumnos como parte práctica de mi docencia hace dos años.

Del Programa del Teatro Español
Teatro Español

Para escribir su obra, Steinbeck se valió de las dos últimas estrofas del poema de Robert Burns, que  escribió en noviembre de 1785, titulado: A un ratón al deshacerle el nido con un arado en el que un campesino se dirige desolado al pequeño roedor al que acaba de destruir el hogar:

Uno más eres de los desdichados

que ven todos sus planes anulados:
de ratones y hombres quedan truncados,
los proyectos mejores,
¡y en vez de los éxitos anhelados,
nos quedan sinsabores!
Mas ¡bien estás comparado conmigo!
Es el presente tu único enemigo:
pero ¡ay! ¡yo miro hacia atrás y veo, amigo,
un sombrío camino!
Y, si miro adelante a oscuras sigo,
porque miedo me da cuanto adivino