Novela

Donde el corazón te lleve

El título original: Va’ dove ti porta il cuore. Es una novela de la italiana Susanna Tamaro, que,al parecer, ha batido récords de lecturas. El tema no es nuevo; el problema existencial nos apabulla y estamos siempre con preguntas.Pero, en el fondo, es un canto a la vida que se nos escapa.Nada nuevo, pero sí el recuerdo de lo que hicimos y haremos, y así vamos dando tumbos sin que sepamos el final.El hado nos persigue y no podemos pararlo.

La novelista descorcha el título en las últimas líneas:»Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, o te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga:aguarda más aún. Quédate quieta,en silencio,y escucha a tu corazón. Y cuando te hable,levántate y ve donde él te lleve». Qué difícil expresión: cuando te hable el corazón, levántate y ve donde él te lleve. Probablemente si hubiéramos hecho esto el mundo sería otro y nuestra forma de respetarnos otra.

En sí, se trata de una carta-diario-testamento de una abuela que hizo de madre que comienza el 16 de noviembre y termina el 22 de diciembre, fecha esta última escogida a propósito por la espera de la Navidad en el mundo cristiano.Se lee de un tirón porque nace del corazón, de la generosidad,de la sangre,de la verdad, del testimonio, de la cruda realidad, de la visión de generaciones distintas, pero que en ellas subyace que la primera revolución que hay que realizar es dentro de uno mismo y que las raíces y nuestra manera de proceder ha de tener la misma medida. La consistencia de ambas deben estar cohesionadas para que cuando se presente el viento huracanado no nos destroce. El problema, entonces, radica en cómo ordenar los pensamientos y alardear de la frase clásica «conócete a ti mismo»(γνῶθι σεαυτόν,estaba en el pronaos del templo) que los griegos-se atribuye a Heráclito, Pitágoras, Sócrates, Femonoe, etc.- propalaron hace ya muchos siglos. La pura conciencia se levantará y nos guiará como maestra de la sabiduría.