Personales

Guadalupe en el corazón, en el Día de la Hispanidad

Ya terminó el año santo «guadalupense» en la primera quincena de septiembre. Mi madre nació en este enclave paradisíaco (ya asaltó los cielos por derecho) que con tanta devoción nos hablaba-o me hablaba- de la Virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura y reina de la Hispanidad o reina de las Españas, emperadora de los cielos como la describió Cervantes. Son muchos los peregrinos que venidos-allende los mares- se postran ante ella, de rostro moreno.

Las peregrinaciones reales se dieron cita en Guadalupe; se dice que fue Alfonso XI, quien tras la batalla de Salado, viene a Guadalupe el 25 de diciembre de 1340 para dar gracias a la Virgen. Y a partir de aquí, las peregrinaciones reales son una constante.

También Miguel de Cervantes quiso ser agradecido en el año 1580. Se cuenta que vino a rendirse a los pies de la Virgen y ofrecerla sus cadenas después de su cautiverio en Orán, y así inmortalizó de alguna forma al pueblo. En Los trabajos de Persiles y Sigismunda : «Apenas hubieron puesto los pies los devotos peregrinos en una de las dos entradas que guían el valle, que forman y cierran las altísimas sierras de Guadalupe, cuando, con cada paso que daban, nacían en sus corazones nuevas ocasiones de admirarse; pero allí llegó la admiración a su punto cuando vieron el grande y suntuoso monasterio, cuyas murallas encierran la santísima imagen…, que es libertad de cautivos, lima de sus hierros y alivio de sus pasiones…», etc., podemos percatarnos del hecho. Añadamos otros nombres en nuestra historia que visitaron el Monasterio y la Basílica, Patrimonio de la Humanidad: Lope de Vega, Góngora, Rafael Alberti, José María Pemán, Hernán Cortés, Santa Teresa, Juan de Ávila, San Francisco de Borja, etc.

Hoy, día de la Hispanidad (palabra evocadora de hermandad, de cultura, de entendimiento, de sabiduría, de lenguas que sirven para propalar todas las culturas), el pueblo se viste de hermosura, y es la naturaleza la que alegra a los peregrinos que se dan cita en este 12 de octubre de 2022. Todos forman una coral y proclaman: ¡Ave María Purísima! No olvidemos que hoy se festeja, también, a la Virgen que fue coronada el 28 de agosto die 1928 por el papa Pío XI como «reina de la Hispanidad». Hoy, como sabemos, Monasterio y Basílica son Patrimonio de la Humanidad que se construyó en 1377.

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Personales

Cuando ya el tiempo nos alcanza, 2019. Sinceras felicitaciones a las 119.000 visitas de esta página repleta de lecturas, pensamientos, hechos, con la esperanza vivificadora de proseguir como humilde romero hacia lo excelso

Cuando ya el tiempo nos alcanza, vamos caminando con la mochila repleta de sinsabores y dichas; probablemente, más estas, como propias de la existencia, clave en el género humano a pesar de la lucha diaria con que nos desenvolvemos.Nos damos cuenta del tiempo transcurrido cuando damos vida a otros seres humanos y crecen; ya, entonces, la creatividad se puebla de vigor, de salutación. ¿En qué sentido si no hallamos el conocimiento para el avance de la sociedad? La sabiduría concierne a las personas envueltas en su quehacer diario, que intenta proseguir el camino ya trazado. No importa si este fue erróneo, lo elegiste con libertad o, quizá, condicionado, propio del género humano.

No sé si nuestro paso existencial requiere huellas, aunque, tal vez, contribuyan a conformar otro mundo mejor en el que el progreso sirva para ese avance necesario. Claro que necesitamos apoyaturas concretas no solo el entorno en que nos desenvolvemos; sin ellas, estamos disminuidos, cual barquilla a la deriva. Al cabo de generaciones siempre nos depara esa novedad que ahora no alcanzamos a comprender; son las venideras las que con otra mirada proseguirán de distintas formas la existencia que conocemos hoy con ásperas y laboriosas palabras. Son olas que nos despierten y nos adormecen; son trinos que nos apuntan a vivir y a pensar; son  hojas primaverales y otoñales. Lope de Vega se resarcía con el dístico «¡Oh, quién pudiese / hacer que la memoria no lo fuese!» en Romances de senectud. Es señal de que el tiempo nos alcanza aunque engalanados de lo existencial todavía del estribo que nos exige mudanza. Es la vuelta  al retorno con que llegamos sin que supiéramos el motivo para instalarnos.

Es el aprendizaje de dejarse llevar. Hay que alegrarse por lo alcanzado y sin entristecerse por lo no conseguido; lo que queda es la herencia; la generosidad por lo que has recibido como canon, como ejemplo para los demás. Cuántas veces, quizá, nos hayan dicho sé tú como camino más certero y lo hemos orillado. Ahora no vale mirar atrás, eso sería pernicioso. La mirada es otra, y ella también tiene que servir de formación a los que nos precedan; mientras haya luz será emblema; antorcha que da vida, ráfaga de conocimiento, de simiente, de albor, en este caminar en el que hemos sido llamados para recorrerlo, en esta vida transitoria, como peregrinos salvíficos.