Poesía

75 años de la muerte de Antonio Machado

Hoy, 22 de febrero de 1939, hace 75 años que  murió A. Machado. El mejor homenaje es que leamos su poesía, su teatro o su crítica periodística, y dejemos de decir chascarillos que en nada contribuyen a su mensaje, sobre todo en la casa de Segovia en la que se hospedó; es aquí en donde debemos extender su obra.

Dos de los versos que siempre me conmueven son los últimos de la carta poemática que dirije a su amigo José María Palacio: «En una tarde azul, sube al Espino, / al alto Espino donde está su tierra…». Estos puntos suspensivos son emocionantes, detrás de ellos está su «leonorcica del alma»; fue un hombre afortunado-amó y fue amado- y por eso lo ventea. Leonor fue su voz, la memoria y todo su ser. Es el yo y el tú unidos, que es más que una expresión. No pudo soportar su ausencia, de ahí que pidiera traslado a Baeza desde donde recuerda a su mujer en la ya famosa carta; por cierto, el único poema que fecha: 29 de abril de 1913

Hoy, ni  El País,- salvo una carta de un profesor- ni su suplumento cultural, Babelia, trae unas líneas para recordar la efeméride.

«La poesía  es palabra en el tiempo«, nos dejó escrito.

En la casa-mueseo de A. Machado en Segovia, en 2008
En la casa-mueseo de A. Machado en Segovia,  2008