La frase mítica «la imaginación al poder» del año 1968 reverdeció ayer en la Complutense con un público entregado con los dos grupos musicales que levantaron el espíritu en los años setenta y ahora emocionaron después de tanto tiempo: «Aguaviva» y «Los Lobos». La Vicerrectora con motivo de los cincuenta años 1968-2018 de aquel tiempo en que se exigió una cambio total tuvo a bien juntar a estos dos grupos musicales que tanta alegría trajeron a la sociedad española al aunar música y letra. Era una necesidad. Ese mayo del 68 en París ha quedado en la memoria, como también quedará el 15 de mayo en la sociedad española sin que esto sirva de comparación, pero en los dos fue una protesta ante tanto desvarío y despotismo.
El público presente en el Paraninfo-las entradas para asistir se agotaron muy rápido- vibró con un entusiasmo propio de personas que sienten, que recuerdan vivencias pasadas, que se postran agradecidos a quienes todavía ventean mensajes de solidaridad, de entusiasmo, de alegría, de sapiencia, de cultura.
El grupo «los Lobos» comenzó con «La Muralla» de Nicolás Guillén en medio de un silencio que impresionaba ante las palabras del poeta cubano. Después de una hora, terminó con «Vientos del pueblo» de Miguel Hernández. La emoción aquí se desbordó; las estrofas finales fueron también cantadas por el público. Quedamos imantados con las expresiones «extremeños de centeno», «castellanos de alma», «catalanes de firmeza», etc. Se oyó una voz para que se convirtiera en «himno nacional». El aplauso fue ensordecedor.
«Aguaviva» se inició con su famosa canción «Cantaré»; pero la que enardeció más al público, con fuertes aplausos, fue «Poetas andaluces»; los versos de R. Alberti llegaron al alma.
El acto finalizó con los dos grupos juntos cantando estrofas de «Vientos del pueblo» y «Poetas andaluces». A la espera de que la Universidad conmemore los 75 años del afamado año 1968.