Al cabo del año
Esperaste a que terminara la carrera,
en el altozano quedará “la Behobia”.
Así, aquel día, que hoy recuerdo
permanecerá como palimsepto eternal.
Mañana, ya en la Basílica,
ofreceremos el encuentro eucarístico
como quietud, como luz que irradiaste.
También desde aquí elevamos tu
inagotable espíritu que no es ceniza,
que es savia, fuente salvífica, espejo.