Personales

Y a ti, cómo no, perdida en los mares del sur. Sin noticias, pero presente

Qué alegría cuando a la vuelta de un lugar lejano,

te disculpaste por la tardanza; lo creí.

Lo primordial fueron los días mediterráneos

que no volvieron, pero permanecen.

Olas y más olas se entrelazan en la lejanía.

Como color de mar te desdibujaste,

aire, agua, fuego, entre el ampuloso, embravecido, mar.

Con tu aureola profunda, romántica, te marchaste.

Atrás quedó el gesto evocador de tus palabras.

El para siempre aletea. Y los sueños reverdecen.

Cantando sobre el atril by Félix Rebollo Sánchez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España License