Personales

A ti, también, en la egregia ciudad complutense, o quién sabe.

Pasaste como el aire purificador con semblante lúcido;

con tu mirada poderosa, arrebatadora,

conquistaste el entorno, la dicha de la juventud.

Era el final de curso. Ojos que se encontraron

con centelleo mutuo en sueños.

Tu espera se adormeció.

Hubo una instante después del verano en el corazón

de un Madrid espléndido, donde, quizá, esperaste más.

Fue el alma con deseos temblorosos

Ya sombra de sueños, eje de paz espiritual.

Ahora con el recuerdo de tu florida sonrisa.

Cantando sobre el atril by Félix Rebollo Sánchez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España License